En IMCO somos expertos en el diseño y fabricación de instalaciones para la depuración de aguas residuales industriales.
Desarrollamos todo tipo de tecnologías para cualquier proyecto que puedan reducir el impacto medioambiental provocado por aquellas industrias que generan grandes cantidades de aguas residuales durante su actividad diaria.

¿Qué es la depuración de aguas residuales?

La depuración de aguas industriales se realiza mediante procesos físicos, químicos y biológicos que intentan reducir al máximo los residuos del agua.

El agua residual se caracteriza por tener altas concentraciones de sólidos y cargas orgánicas. Existen tipos de industrias que necesitan una gran cantidad de agua para su actividad diaria. La gran cantidad de agua utilizada crear un gran número de residuos contaminantes que requieren una depuración para minimizar el impacto medioambiental.

La experiencia de IMCO en la depuración ofrece la oportunidad de poner a disposición de sus clientes soluciones a medida y trabajar con parámetros de vertido de sus aguas residuales adecuados a la legislación.

 

Depuración para la industria láctea:

Las industrias que procesan leche elaboran una gran cantidad de productos lácteos, de esta manera, no hay forma de establecer parámetros uniformes de contaminación.
Estas industria producen un gran nivel de carga orgánica en su vertido, con sustancias en suspensión, bajo pH y altos contenidos en nitrógeno. Si estos residuos no son correctamente tratados podrían aportar ciertos problemas ambientales.
Un ejemplo de vertido puede ser el del suero de quesería, un tipo de producto utilizado en la fabricación de los quesos, que tienen un gran impacto ambiental, por su elevada carga orgánica. Son como unas 50 veces la carga media de agua residual urbana. Por este motivo, es necesario implementar tecnologías avanzadas y a medida para la depuración de este tipo de vertidos.

En IMCO son profesionales de la depuración especializados en la construcción de depuradoras para vertidos y aguas residuales industriales, alimentarias, agroalimentarias, aguas urbanas, potabilización y aguas de proceso de la industria.

Con el fin de poder cumplir con los límites establecidos las empresas han centrado una parte importante de sus esfuerzos en la reducción de la contaminación generada. En el año 2008, más del 15 % de las inversiones realizadas por las empresas españolas en protección medioambiental, fueron destinadas a la adquisición de equipos e implantación de instalaciones para el tratamiento de aguas.